¿Quién soy?
Vivo en Cabanes, un pueblo de Castellón, rodeado de campos de almendros que en primavera son una maravilla.
Me declaro enamorada de la madera, de su tacto, del olor al cortarla, de sus vetas y colores… su historia, cada nudo, cada anillo que cuenta cómo vivió el árbol, sus bonanzas y sequías… y es que la madera es un material muy agradecido.
No me he dedicado siempre a la artesanía, conocí la madera por casualidad.
Soy madrina de mi sobrino y quise regalarle un caballito de madera. Busqué por tiendas y en Internet pero no encontré ninguno que me gustara lo suficiente ya que quería un caballito que fuese risueño y divertido como mi sobrino.
En casa somos mañosos así que con lápiz y cartón dibujé el caballito que tenía en mente, mi marido lo cortó con la caladora y ¡ya teníamos nuestro propio caballito!
Pero la verdadera sorpresa me la llevé yo cuando vi la carita de mi sobrino, su sonrisa fue toda una revelación y me cuestioné mi vida profesional ¿qué había estado haciendo hasta ese momento…?
Decidí que iba a dedicarme a la fabricación de juguetes y compré mi primera sierra. Después de romper unas cuantas sierras, formarme, equivocarme y seguir rompiendo sierras, aprendí.
Ahora soy artesana de juguetes de madera con diseños propios, ecológicos muy duraderos y hechos con pasión, que probablemente pasarán a formar parte de las familias durante muchas generaciones.
Me inspiro en el tipo de juguete que me hubiese gustado tener de niña.
Busco materias primas locales, procuro la máxima calidad, respeto por el medioambiente y garantizo la seguridad en los procesos de fabricación y acabados para los niños
Están elaborados con materiales de Km0: la madera la compro en el almacén de José, la pintura que Miguel me vende se elabora cerca de casa y con Paco tengo un acuerdo muy especial ya que él me regala miel y cera a cambio de camiones para su nieto.